25.1.11

...No te rindas...no me rindo..

No te rindas, aún estás a tiempo
de alcanzar y comenzar de nuevo,
aceptar tus sombras,
enterrar tus miedos,
liberar el lastre,
retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
continuar el viaje,
perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo,
correr los escombros,
y destapar el cielo.

No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se esconda,
y se calle el viento,
aún hay fuego en tu alma
aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
porque lo has querido y porque te quiero
porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
quitar los cerrojos,
abandonar las murallas que te protegieron,
vivir la vida y aceptar el reto,
recuperar la risa,
ensayar un canto,
bajar la guardia y extender las manos
desplegar las alas
e intentar de nuevo,
celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se ponga y se calle el viento,
aún hay fuego en tu alma,
aún hay vida en tus sueños.
Porque cada día es un comienzo nuevo,
porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.

Mario Benedetti

13.5.10

Cosas Pendientes



No pensar.

Borrar

lo escrito en la piel.

Lavar momentos de gloria.

Decolorar caricias.

Limpiar de gestos

madrugadas

y silencios llenos.

Vaciar el alma.

Adormecer sentires.

Pintar de desesperanza

los crepúsculos.

Desteñir el cielo

de gaviotas

y vuelos.

Enmudecer

las noches...

Y los árboles.

Bajar

y descolgar la luna.

Apagar las estrellas.





Ángela Becerra

12.2.10

Toc...toc...¿hay alguien ahí?

Última entrada....octubre de 2009!!!... esto puede significar varias cosas, pero creo que ninguna de estas dos:

- que ya no se necesitan alas para volar...
- que no hay alas para prestar...

Y como estas no son las razones de esta parada en el blog, pues allá va mi entrada.

Besoss... y volveré (hay tanto que contar ... hay tanto que gritar...hay tanto que agradecer... hay tanto por lo que luchar...)

28.10.09

Todo está en el estado mental

"Si piensas que estás vencido, lo estás.
Si piensas que no te atreves, no lo harás.
Si piensas que te gustaría ganar pero no puedes, no lo lograrás.
Si piensas que perderás, ya has perdido.
Porque en el mundo encontrarás
que el éxito comienza con la VOLUNTAD del hombre.

Todo está en el estado mental.
Porque muchas carreras se han perdido
antes de haberse corrido,
y muchos cobardes han fracasado
antes de haber empezado su trabajo.

Piensa en grande y tus hechos crecerán.
Piensa en pequeño y quedarás atrás.
Piensa que puedes y podrás.

Todo está en el estado mental.
Si piensas que estás aventajado, lo estás.
Tienes que pensar duro para elevarte.
Tienes que estar seguro de ti mismo
antes de intentar ganar un premio.

La batalla de la vida no siempre la gana
el hombre más fuerte, o el más ligero,
porque, tarde o temprano, el hombre que gana
es el que cree poder hacerlo"

Poema de Dr. Christian Barnard

15.10.09

Es mi momento...

O eso creo. He decidido tomar prestadas estas alas y volar buscando nuevos horizontes, resurgir de esta nada en la que me sumerjo cotidianamente, interrumpir este automatismo y huir del destino…


“¿Qué es el destino?”, -le preguntó a Nashrudin un erudito- “Una sucesión interminable de eventos interrelacionados, cada uno influyendo en los demás” -respondió- “Pero esa respuesta no me satisface. Yo creo en la causa y efecto”.
“Muy bien”, -replicó Nashrudin- “Observa eso”, apuntó a una procesión que pasaba por la calle.
“A ese hombre lo van a ahorcar. ¿Lo van a ahorcar porque alguien le dio una moneda de plata que le permitió comprar el cuchillo con el cual cometió el crimen, o porque alguien le vio cometer el crimen, o porque nadie se lo impidió?”


¿No sentíis cómo se nos escapa el tiempo? ¿Cómo nos perdemos entre nuestras dudas e inseguridades? ¿Cómo dejamos escapar nuestros sueños?


Cuando el pajarillo se hizo grande, su padre le dijo.
--Hijo mío, no todos nacen con alas, no es que tengas obligación a volar, pero seria muy penoso que te limitaras tan solo a caminar, teniendo esas alas que el buen Dios te ha dado....Pero yo no sé volar, contesto el hijo.
Es verdad contesté el padre, y lo llevó hasta el mismo borde de la montaña---Ves, este es el vacío. Cuando desees volar, párate aquí, tomas aire, y vas a saltar al abismo extendiendo tus alas. ¿y si me caigo?, contestó el pajarillo. Aunque te caigas, nada te pasará, sólo algunos magullones pero, te harán más fuerte para cuando lo vuelvas a intentar.
Volvió a su pueblo y se lo comentó a todos sus amigos.....¿estás loco? le dijeron.. ¿quien necesita volar?...Sus mejores amigos pensaban lo contrario. ¿Y si fuera cierto? Decidió intentarlo y se subió a la copa de un árbol, y saltó.....Se hizo un gran chichón en la frente y por el camino se encontró con su padre...!Me mentiste! No puedo volar, ¡mira qué golpe me he dado!
Hijo mío--dijo el padre--- para volar, hay que crear el espacio de aire libre necesario para que las alas se desplieguen, es lo mismo que como tirarse en paracaídas. Necesitas altura para saltar.
Para volar, hay que empezar corriendo riesgos....Si no quieres, quizás lo mejor será resignarse y seguir caminando para siempre.
J.Bucay

Caminar sin rumbo no tiene sentido, siempre, fieles a nosotros mismo, tendemos a escoger el camino que creemos que es la verdad absoluta, el único válido e inteligible…

Un renombrado maestro dijo que su mayor enseñanza era esta: Buda es tu propia mente. Impresionado por la profundidad de esta idea, un monje decidió dejar el monasterio y retirarse a las montañas a meditar sobre este pensamiento. Allí pasó veinte años como un ermitaño poniendo a prueba la gran enseñanza.
Un día se encontró con otro monje que estaba atravesando esas montañas de viaje a otro monasterio. Rápidamente el monje ermitaño se dio cuenta que el viajero también había estudiado con el mismo maestro.
“Por favor, dime lo que sabes sobre la gran enseñanza del Maestro”.
Los ojos del viajero se encendieron.
“Ah, el maestro ha sido muy claro sobre esto. El dijo que su mayor enseñanza es esta: Buda No es tu propia mente”.

Dejé pasar trenes, o eso creo. Siempre abro puertas creyendo que algo mejor habrá tras ellas, cerrando los ojos y cruzando dedos, pero me encuentro con lo real, con medias verdades, con luces intermitentes y con tinieblas que ensombrecen mis pensamientos… y nada se puede cambiar…

A un discípulo que siempre estaba quejándose a los demás, le dijo el Maestro:
“Si es paz lo que buscas, trata de cambiarte a ti mismo, no a los demás. Es más fácil calzarse unas zapatillas que alfombrar toda la tierra”.

Y aprendí a convivir conmigo misma y con los demás…y a surcar mi propio yo en busca de la felicidad…

¡Es mi momento! Gracias Primis, sin vosotras mis alas serían vagas esperanzas y no sueños hechos realidad.

“Un hermano puede no ser un amigo, pero un amigo será siempre un hermano”
B.Franklin

13.9.09

En especial, para una primis opositora

MANUAL PARA SUBIR MONTAÑAS
A. Escoge la montaña que deseas subir: no te dejes llevar por los comentarios de los demás que dicen "esa es más bonita", o "aquella es más fácil". Vas a gastar mucha energía y entusiasmo en alcanzar tu objetivo, y por lo tanto eres tú el único responsable y debes estar seguro de lo que estás haciendo.

B. Sabes cómo llegar frente a ella: muchas veces, vemos la montaña de lejos, hermosa, interesante, llena de desafíos. Pero cuando intentamos acercarnos, ¿qué ocurre? Que está rodeada de carreteras, que entre tú y tu meta se interponen bosques, que lo que parece claro en el mapa es difícil en la vida real. Por ello, intenta todos los caminos, todas las sendas, hasta que por fin un día te encuentres frente a la cima que pretendes alcanzar.

C. Aprende de quien ya caminó por allí: por más que te consideres único, siempre habrá alguien que tuvo el mismo sueño antes que tú, y dejó marcas que te pueden facilitar el recorrido; lugares donde colocar la cuerda, picadas, ramas quebradas para facilitar la marcha. La caminata es tuya, la responsabilidad también, pero no olvides que la experiencia ajena ayuda mucho.

D. Los peligros, vistos de cerca, se pueden controlar: cuando empieces a subir la montaña de tus sueños, presta atención a lo que te rodea. Hay despeñaderos, claro. Hay hendiduras casi imperceptibles. Hay piedras tan pulidas por las tormentas que se vuelven resbaladizas como el hielo. Pero si sabes dónde pones el pie, te darás cuenta de los peligros y sabrás evitarlos.

E. El paisaje cambia, así que aprovéchalo: claro que hay que tener un objetivo en mente: llegar a lo alto. Pero a medida que se va subiendo, se pueden ver más cosas, y no cuesta nada detenerse de vez en cuando y disfrutar un poco del panorama alrededor. A cada metro conquistado, puedes ver un poco más lejos; aprovecha eso para descubrir cosas de las que hasta ahora no te habías dado cuenta.

F. Respeta tu cuerpo: sólo consigue subir una montaña aquel que presta a su cuerpo la atención que merece. Tú tienes todo el tiempo que te da la vida, así que, al caminar, no te exijas más de lo que puedas dar. Si vas demasiado deprisa, te cansarás y abandonarás a la mitad. Si lo haces demasiado despacio, caerá la noche y estarás perdido. Aprovecha el paisaje, disfruta del agua fresca de los manantiales y de los frutos que la naturaleza generosamente te ofrece, pero sigue caminando.

G. Respeta tu alma: no te repitas todo el rato "voy a conseguirlo". Tu alma ya lo sabe. Lo que ella necesita es usar la larga caminata para poder crecer, extenderse por el horizonte, alcanzar el cielo. De nada sirve una obsesión para la búsqueda de un objetivo, y además termina por echar a perder el placer de la escalada. Pero atención: tampoco te repitas "es más difícil de lo que pensaba", pues eso te hará perder la fuerza interior.

H. Prepárate para caminar un kilómetro más: el recorrido hasta la cima de la montaña es siempre mayor de lo que pensabas. No te engañes, ha de llegar el momento en que aquello que parecía cercano está aún muy lejos. Pero como estás dispuesto a llegar hasta allí, eso no ha de ser un problema.

I. Alégrate cuando llegues a la cumbre: llora, bate palmas, grita a los cuatro vientos que lo has conseguido, deja que el viento allá en lo alto (porque allá en la cima siempre hace viento) purifique tu mente, refresca tus pies sudados y cansados, abre los ojos, limpia el polvo de tu corazón. Piensa que lo que antes era apenas un sueño, una visión lejana, es ahora parte de tu vida. Lo conseguiste.

J. Haz una promesa: aprovecha que has descubierto una fuerza que ni siquiera conocías, y dite a ti mismo que a partir de ahora, y durante el resto de tus días, la vas a utilizar. Y, si es posible, promete también descubrir otra montaña, y parte en una nueva aventura.

K. Cuenta tu historia: sí, cuenta tu historia. Ofrece tu ejemplo. Di a todos que es posible, y así otras personas sentirán el valor para enfrentarse a sus propias montañas.

Paulo Coelho
Manual para subir montañas



Primiss... gracias por animarme en mi subida, has sido una apoyo incondicional. Ahora te toca a ti subirla, y a mí me toca animarte ;) Arriba, arribaaa...!!!