22.11.08

No quieres sopa... el plato lleno.

- Mañana?? Almorzar en ese bar?? Vale!, me han hablado muy bien de él, lo malo que como tiene menú pues seguro se llena... pero bueno... iremos ahí.

Al día siguiente... hora del almuerzo... pasamos por la puerta del bar buscando aparcamiento y echo una miradita para dentro...
- Jo... me lo temía... llenito de hombress, albañiles, agricultores... hombres todos, me da vergüenza...
(la persona que me escuha) -Pero a ti que más te da, si los hombres vienen a lo mismo que tú, a comer...
- Que sí que ya lo sé, pero no sé, me da corte entrar y que todos miren...

Al fin aparcamos, bajamos del coche, me quito la chaqueta que tengo calor, me coloco bien mi jersey amarillo que voy estrenando, y sitúo en su sitio el collar de bolas gordas de mil colores que llevo puesto y que nunca me pongo por considerarlo demasiado llamativo.

Respiro hondo, entramos en la terraza del bar, para mi sorpresa (y alegría), parece que no perturbamos mucho el ambiente del lugar, los hombres apenas nos miran conversan entusiasmados. Camino con mis dos acompañantes en dirección a la puerta de entrada al local, veo en el fondo una masa de gente, miro al suelo, subo el escalón de la entrada y..........nooooo......mi collar de bolas gordas de múltiples colores se rompe como por arte de magia en aquel preciso instante, y las bolas rojas, azules, rosas, amarillas...botan y botan por todo el local, los comensales sueltan sus cubiertos y se dedican a la ardua tarea de recoger las bolas de mi collar.

Yo?? tetrificada....con manos llenas de las bolas que pude sujetar para no que llegaran al suelo, sin poder levantar la cabeza de la vergüenza y recogiendo las bolas que manos extrañas me entragaban con sonrisas en los labios.... de mis labios sólo salían palabras entonando un "no pasa nada"..."da igual, da igual...dejarlas"..."gracias". Al fin, articulé a guardar en mi bolso las bolas que llenaban mis manos, bolas cuyos colores se reflejaban en mis mejillas....

No quieres sopa....el plato lleno. No quieres llamar la atención pasando desapercibida... pues te damos el papel protagonista total.

2.11.08

¿Esperar?

A veces ocurre. A veces. Esperamos la cola del supermercado, el turno en la consulta médica, una llamada importante, una palabra de ánimo o de amor…

A veces ocurre. A veces. Te cansas…demasiada gente, demasiado tiempo, demasiada espera…Te cansas…

A veces ocurre…Llega tu turno para que te cobren el producto que quieres comprar, el médico te recibe, tu teléfono suena, alguien te anima o te regala palabras bonitas…

Y luego…todo se esfuma… ¿vale la pena esperar? Saboreas la onza de chocolate, te alivias el dolor con una pomada, recuerdas las palabras que oíste por el auricular de tu teléfono y suspiras por aquellos momentos de deseo y pasión que vivistes…

Y todo queda suspendido en el tiempo…Y sin esperar nada…y esperando…ansías esos momentos…esas palabras…esas llamadas…Y llegan…y se marchan…y no llegan…y esperas…

Y espero…saborear, aliviar, recibir y amar…Sólo espero que la espera valga la pena...