Primis...tengo algo que contaros... veréis... ejem, ejem... tengo un enamorado.
Sí, sí... así es. ¿Queréis que os cuente más?
Pues es un chico moreno, ojos negros y algo tímido. Bueno he dicho algo, pero en realidad es muy tímido; tanto que no se atreve a mirarme de frente, pero sí que lo hace en la distancia, a escondidas... con ojitos tiernos. ¿Y su sonrisa?... ay... ¡si vierais esa sonrisa traviesa! Una sonrisa que directamente provoca otra sonrisa en mi cara.
Además, es muy romántico y, a mi parecer, un tanto tradicional ya que me escribe cartas de amor; cartas con corazones y palabras dulces; cartas que llegan a mí a través de un mensajero o mensajera, o que aparecen por sorpresa entre mis cosas.
¿Y sabéis qué? Me pide un beso, sí sí... un beso.Pero no asustaros... él sólo me pide un cariñoso beso en la mejilla.
Por sus cartas deduzco, que domina mejor el inglés oral que el escrito, prueba de ello el cariñoso "ailofiu" que me dedica.
Yo creo que su enamoramiento lo ciega demasiado, en exceso, puesto que no le importa nuestra diferencia de edad, para él quince años más o quince años menos son poca cosa.
A pesar de todo esto, últimamente estoy preocupada. Puesto que cuando le llamo para hablar del tema, no acude, se aleja corriendo despavorido. Cuando amablemente le pido que se acerque a mí, él no lo hace, no respeta mi autoridad de maestra. Así que no sé cómo hacer para conversar con mi joven alumno. Me gustaría explicarle que lo que él siente, es lo que todos hemos sentido alguna vez por aquel maestro o maestra que nos daba clase, o que (como es el caso) nos cruzábamos por los pasillos del colegio; me gustaría ofrecerle mi amistad, pedirle que nunca pierda esa simpática sonrisa y desearle que cuando crezca no olvide el niño que ahora es.
Sí, sí... así es. ¿Queréis que os cuente más?
Pues es un chico moreno, ojos negros y algo tímido. Bueno he dicho algo, pero en realidad es muy tímido; tanto que no se atreve a mirarme de frente, pero sí que lo hace en la distancia, a escondidas... con ojitos tiernos. ¿Y su sonrisa?... ay... ¡si vierais esa sonrisa traviesa! Una sonrisa que directamente provoca otra sonrisa en mi cara.
Además, es muy romántico y, a mi parecer, un tanto tradicional ya que me escribe cartas de amor; cartas con corazones y palabras dulces; cartas que llegan a mí a través de un mensajero o mensajera, o que aparecen por sorpresa entre mis cosas.
¿Y sabéis qué? Me pide un beso, sí sí... un beso.Pero no asustaros... él sólo me pide un cariñoso beso en la mejilla.
Por sus cartas deduzco, que domina mejor el inglés oral que el escrito, prueba de ello el cariñoso "ailofiu" que me dedica.
Yo creo que su enamoramiento lo ciega demasiado, en exceso, puesto que no le importa nuestra diferencia de edad, para él quince años más o quince años menos son poca cosa.
A pesar de todo esto, últimamente estoy preocupada. Puesto que cuando le llamo para hablar del tema, no acude, se aleja corriendo despavorido. Cuando amablemente le pido que se acerque a mí, él no lo hace, no respeta mi autoridad de maestra. Así que no sé cómo hacer para conversar con mi joven alumno. Me gustaría explicarle que lo que él siente, es lo que todos hemos sentido alguna vez por aquel maestro o maestra que nos daba clase, o que (como es el caso) nos cruzábamos por los pasillos del colegio; me gustaría ofrecerle mi amistad, pedirle que nunca pierda esa simpática sonrisa y desearle que cuando crezca no olvide el niño que ahora es.
2 comentarios:
q bonitaa historiaa, me ha encantado, cómo un ser tan pequeño puede llegar a experimentar esos sentimientos...ailofiu!!!! aishh, no se puede ser tan tan pero que tan buena profe...jajaja
22 de mayo de 2008 18:58
Me alegro te haya gustado. jeje Gracias, pero sólo soy una novatilla que intenta hacer las cosas lo mejor que puede. Besos.
24 de mayo de 2008 15:55
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