Luego hay cosas inexplicables en cuestiones del corazón, mal de amores o amores fraudulentos de los que nadie sale bien parado puesto que siempre faltó algo: un "te quiero", "te necesito", "perdóname" o "sí, quiero", sólo se trata de eso, unas simples palabras que hubieran sellado su amor ante el altar, o hubieran hecho olvidar una palabra mal sonante o una infidelidad o quizás, habrían tenido éxito en la vida de pareja si hubieran sabido conjugar el verbo "querer".
Misterio sin resolver...la amistad...aquella de la que todos profesamos tener en abundancia...Hasta que necesitamos a esos amigos...aquellos que acuden sin ser llamados...aquellos que nos dicen "ánimo", "qué tal", "te quiero", "eres mi mejor amigo", "cuenta conmigo", "vales mucho", "no te preocupes"... aquellos que aún estando en Pekín se acuerdan de ti, y te escriben y te añoran y te desean felicidad...
Sï, ya sé...son sólo eso, palabras, que caducan al momento de pronunciarlas, que se olvidan con el tiempo, que se confunden con el silbido del viento...Ya, ya, que un gesto vale más que una palabra...pero tras un llanto...siempre hay un consuelo; tras unos besos...un "te quiero", tras un abrazo...un "lo siento"...Yo necesito una palabra...porque una palabra tuya...
1 comentario:
Así me gusta...dándole vidilla a este blog.
¡primis, qué razón tienes!
Pienso sobre todo ello...y basándome en vivencias propias,puedo decir que un gesto (de cariño, de amistad, de apoyo...)por muy bonito que sea... (o parezca) si no viene cargado de palabras... pierde todo su sentido...y queda frío, superficial.
Besos primis, espero la próxima.
30 de mayo de 2008 17:54
Publicar un comentario